miércoles, 13 de julio de 2011

Carnes congeladas

Anoche compartía con unos amigos, todos con pretensiones de chef, en un conocido bar-restaurante dominicano. Sin que pueda precisar cómo tocamos el tema de las carnes congeladas. Uno de los participantes de la cena dijo una tremenda insensatez: que no convenía congelar la carne antes de ser consumida. Eso es un soberbio disparate, que además es muy peligroso. Suelo ir a comer, y conversar con su experto dueño, al restaurante argentino «Don Nestor». Insistentemente Nestor recomienda no procesar en la brasa la llamada carne fresca. ¡No! La carne debe ser congelada por lo menos dos semanas antes de usarla. Mi querido amigo Nestor, nacido y criado en Baires (Buenos Aires) aunque añejado aquí, asegura que ni el sabor de la carne fresca es tan buena como aquella previamente congelada. Y, precisamente, él asegura que uno de los pocos problemas de nuestras carnes es la falta de la adecuada refrigeraron.
Hay microorganismos en la carne cuyas acciones se detienen por el congelamiento. Por supuesto que la congelación no logra matar a ciertos parásitos. No. No lo hace. De eso se encargarán las leñas o el carbón cuando encendidos cocinen nuestras carnes. 
He encontrado mucho material sobre estos temas. Reproduzco un trabajo, con los gráficos añadidos como aporte, que será de mucha utilidad a título de orientación y para tapar la boca a determinadas idioteces.


Conservando la Historia
 
Congelación
Aunque el hombre prehistórico almacenaba la carne en cuevas de hielo, la industria de congelados tiene un origen más reciente que la de envasado. El proceso de congelación fue utilizado comercialmente por primera vez en 1842, pero la conservación de alimentos a gran escala por congelación comenzó a finales del siglo XIX con la aparición de la refrigeración mecánica.
La congelación conserva los alimentos impidiendo la multiplicación de los microorganismos. Dado que el proceso no destruye a todos los tipos de bacterias, aquellos que sobreviven se reaniman en la comida al descongelarse y a menudo se multiplican mucho más rápido que antes de la congelación. 

Congelar los alimentos para preservar su calidad y seguridad
 
Desde la introducción de los alimentos congelados en los años treinta, cada vez se encuentra en los supermercados una mayor variedad de estos productos, desde verduras y hierbas congeladas hasta comidas precocinadas o fabulosos helados. En este artículo, Food Today analiza el proceso de congelación, su papel en la conservación de los alimentos, y el carácter práctico y variado de los productos congelados.
La utilización del frío para conservar los alimentos data de la prehistoria; ya entonces, se usaba nieve y hielo para conservar las presas cazadas. Se dice que Sir Francis Bacon contrajo una neumonía, que acabaría con su vida, tras intentar congelar pollos rellenándolos de nieve. Sin embargo, hubo que esperar hasta los años treinta para asistir a la comercialización de los primeros alimentos congelados, que fue posible gracias al descubrimiento de un método de congelación rápida. 

¿Por qué la congelación conserva los alimentos y los mantiene seguros?


La congelación retrasa el deterioro de los alimentos y prolonga su seguridad evitando que los microorganismos se desarrollen y ralentizando la actividad enzimática que hace que los alimentos se echen a perder. Cuando el agua de los alimentos se congela, se convierte en cristales de hielo y deja de estar a disposición de los microorganismos que la necesitan para su desarrollo. No obstante, la mayoría de los microorganismos (a excepción de los parásitos) siguen viviendo durante la congelación, así pues, es preciso manipular los alimentos con cuidado tanto antes como después de ésta. 

¿Qué efecto tiene la congelación en el contenido nutricional de los alimentos? 

La congelación tiene un efecto mínimo en el contenido nutricional de los alimentos. Algunas frutas y verduras se escaldan (introduciéndolas en agua hirviendo durante un corto periodo de tiempo) antes de congelarlas para desactivar las enzimas y levaduras que podrían seguir causando daños, incluso en el congelador. Este método puede provocar la pérdida de parte de la vitamina C (del 15 al 20%). A pesar de esta pérdida, las verduras y frutas se congelan en condiciones inmejorables poco después de ser cosechadas y generalmente presentan mejores cualidades nutritivas que sus equivalentes "frescas". En ocasiones, los productos cosechados tardan días en ser seleccionados, transportados y distribuidos a los comercios. Durante este tiempo, los alimentos pueden perder progresivamente vitaminas y minerales. Las bayas y las verduras verdes pueden perder hasta un 15% de su contenido de vitamina C al día si se almacenan a temperatura ambiente.
En el caso de la carne de ave o res y el pescado congelados, prácticamente no se pierden vitaminas ni minerales debido a que la congelación no afecta ni a las proteínas, ni a las vitaminas A y D, ni a los minerales que ellos contienen. Durante su descongelación, se produce una pérdida de líquido que contiene vitaminas y sales minerales hidrosolubles, que se perderán al cocinar el producto a no ser que se aproveche dicho líquido.


¿Existe algún alimento que no debería congelarse? 

La congelación puede dañar a algunos alimentos debido a que la formación de cristales de hielo rompe las membranas celulares. Este hecho no tiene efectos negativos en términos de seguridad (de hecho, también mueren células bacterianas), sin embargo, el alimento queda menos crujiente o firme. Entre los alimentos que no resisten a la congelación se encuentran las verduras para ensaladas, los champiñones y las bayas.
Los alimentos con mayor contenido de grasa, como la nata y algunas salsas, tienden a cortarse cuando se congelan.
La congelación comercial es más rápida, gracias a lo cual los cristales de hielo que se forman son más pequeños. De esta forma, se reduce el daño ocasionado a las membranas celulares y se preserva aún más la calidad. 

¿Durante cuánto tiempo podemos conservar los alimentos en el congelador? 

Los alimentos pueden permanecer en un congelador doméstico entre 3 y 12 meses con toda seguridad y sin que su calidad se vea afectada. El tiempo varía dependiendo del alimento en cuestión; es conveniente seguir las indicaciones de la etiqueta del producto. 

Consejos para Congelar
  • Los congeladores deben estar siempre a -18°C o menos.
  • A diferencia de los frigoríficos, los congeladores funcionan mejor cuando están llenos y sin mucho espacio entre los alimentos.
  • Es importante proteger los alimentos para evitar quemaduras de congelación utilizando bolsitas especiales y recipientes de plástico.
  • No introduzca alimentos calientes en el congelador ya que aumentaría la temperatura del congelador afectando negativamente a otros alimentos. Deje enfriar los alimentos antes de congelarlos.
  • Asegúrese de que los alimentos congelados se hayan descongelado por completo antes de cocinarlos. Los alimentos que se han congelado y descongelado nunca deben volver a congelarse.

1 comentarios:

Me encanta la pagina por lo completa que es y los consejos tan prácticos que dais. No os conocía hasta ahora pero de lo que podéis sestar seguros es que a partir de ahora os voy a a visitar mas a menudo. También participo en un blog donde podrás leer artículos interesantes de alimentación, consejos sobre congelacion de los carnicos y mucho mas. Muchas gracias y hasta pronto.

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